25 07 2008

El problema de los instantes

Después del artículo anterior me quedo pensando que solamente un instante es necesario para cualquier cosa. Ya que siguiendo los pasos que se requieren en la continuidad del tiempo, basta solo un instante para su culminación. Ahí termina o comienza algo. En un instante se nace o se muere. Se da el primer paso o el final. En ese instantáneo momento puede ocurrir el acontecimiento. Estamos pues, sometidos, en el pasar de las horas, a un momento definitivo que será eso nada más.

En un momento te puede ocurrir la caída o la levantada, el delito o la virtud. En esencia es el punto de llegada de cualquier dirección, de lo que empieza o se acaba.

Un instante es determinante de un gozo o una pena, de la felicidad o la desgracia, de la suerte o el infortunio, del fracaso o la estabilidad. Vale tanto el tiempo en su conjunto como en sus componentes, pero mucho mas la fracción categórica de un resultado que ya no tiene devolución.

Hay una frase conocida que dice “el tiempo es oro”. Pero es mucho más que eso, es vida y no se te olvide que la vida vale más que el oro. La vida está anclada en el tiempo y es éste quien le pone los límites.

Porque cuando menos piensas, estas viejo y no hay reversa alguna.

DEBEMOS CONOCER EL VALOR DE UN INSTANTE PARA APROVECHARLO EN SU MAXIMA EXPRESIÓN. PARA QUE CUANDO SE DEFINA EL DESTINO HAYAMOS DISFRUTADO CADA MINUTO DE NUESTRA VIDA.





19 07 2008

INSTANTES

Si pudiera vivir nuevamente mi vida, en la próxima trataría de cometer más errores. No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más. Sería más tonto de lo que he sido; de hecho tomaría muy pocas cosas con seriedad. Sería menos higiénico. Correría más riesgos, haría más viajes, contemplaría más atardeceres, subiría mas montañas, nadaría más ríos. Iría a más lugares a donde nunca he ido, comería más helados y menos habas, tendría más problemas reales y menos imaginarios.

Yo fui una de esas personas que vivió sensata y prolíficamente cada minuto de su vida; claro que tuve momentos de alegría; pero, si pudiera volver atrás, trataría de tener sólo buenos momentos: no te pierdas el ahora. Yo era uno de los que no iba a ninguna parte sin un termómetro, una bolsa de agua caliente, un paraguas y un paracaídas. Si pudiera vivir, viajaría más liviano. Sí pudiera volver a vivir, comenzaría a andar descalzo a principio de la primavera y seguiría así hasta concluir otoño. Daría más vueltas en calesita, contemplaría más niños, si tuviera otra vez la vida por delante. Pero ya tengo 85 años y se que me estoy muriendo.

Atribuido a Jorge Luís Borges





Y después del campus?

12 07 2008

Como había mencionado en el artículo anterior el campus party fue un evento que incursiona en el mundo de las nuevas tecnologías y la verdad después de vivir esta experiencia me quedo sin palabras para describir la magnitud de tal acontecimiento. Encontrarme con personas de un alto nivel de conocimiento y de capacidad para desarrollar, crear, innovar e inventar cosas, me deja algo muy claro; los hombres son unos “monstruos” cuando de tecnologías se habla.

Sin duda alguna, las tecnologías es el lado bueno de la nueva era, ya que han traído un progreso en las comunicaciones, la posibilidad de mejorar la educación, la cultura y la calidad de vida con los avances logrados en muchos sitios del mundo. Pero hay algo que quiero decir y es que en algún momento y sin pensarlo ésta puede llegar a ser perjudicial cuando te vuelves un adicto al extremo y te desconectas totalmente de la sociedad, donde muchas veces conoces más lo que pasa con tu amigo que se encuentra en Alemania y desconoces totalmente que esta pasando con tu hermano que se encuentra en el cuarto del lado.

Que bueno sería que tomáramos conciencia y aprovecháramos al máximo todo lo que el hombre ha ido incursionando con el paso del tiempo en sus vidas, para que hagamos un buen uso de ellas sin hacerle daño a nadie.

Por último me queda por decir que fue una de mis mejores experiencias, la cual volvería a repetir porque incrementó el interés de seguir aprendiendo de este mundo virtual.